Preguntas frecuentes
Simplemente, madera comprimida. Es serrín compactado a través de una extrusora
El pellet, aunque relativamente nuevo en España es, desde hace decenas de años, la biomasa de referencia en Centroeuropa.
Aquí, desde hace más de una década, está dando vida a muchas empresas que, de otra manera, no sabrían cómo gestionar los residuos de madera.
En España ya hay más de veinte fabricantes certificados de pellet, siendo garantía de suministro y de calidad.
Desde luego, se mantendrá mucho más estable que el precio de los combustibles fósiles, o las subidas serán más moderadas. Precisamente una veintena larga de fabricantes, además de numerosas empresas certificadas en el resto de Europa que comercializan en este país, permite la
competencia y estabilidad de precios.
La comercialización de combustibles fósiles (gas, gasóleo) está en manos de unos pocos, hecho que impide una justa competencia en el mercado.
Por supuesto. Un pellet de calidad debe llevar el sello ENplus, único sello europeo que garantiza.
El pellet de mayor calidad, ENplus A1, tiene bajo porcentaje en ceniza, bajo contenido en humedad y proviene de madera descortezada y no tratada. Es económico, y está disponible en muchos establecimientos, desde bolsas de 15 kg en distribuidores mayoristas a envíos a domicilio con
camión cisterna.
Escatimar un par de céntimos en la calidad del pellet, quemando un producto incontrolado que puede contener cloro, alquitrán o azufre, es como llenar de gasóleo agrícola el depósito de un vehículo de gasolina.
Exactamente igual que una caldera de combustibles fósiles, con unas leves diferencias:
– es mucho más ecológica: no añade CO2 nuevo a la atmósfera y, si la combustión y el combustible son de calidad, apenas genera emisiones de partículas
– es mucho más económica: el kWh generado por biomasa cuesta la mitad que el generado por gasóleo de calefacción, o propano
– genera cenizas, que han de ser retiradas con cierta frecuencia. En el caso de las calderas BioCurve de hasta 50 kW, recomendamos vaciar el cajón de cenizas una vez al mes, o cada 500 kg de pellet consumido, si bien es conveniente verificar, una vez a la semana, que la ceniza generada es de grano fino. Esta ceniza es un producto natural, pudiendo ser incluso utilizada como abono.
– es obligatorio, igual que las calderas de combustible fósil, un mantenimiento anual por personal especializado, cuya duración sólo es ligeramente superior
Una caldera de biomasa, al quemar un combustible sólido, requiere un poco más de mantenimiento que una caldera de combustible fósil. Es aconsejable una inspección visual periódica, para verificar que la ceniza generada es fina.
Asimismo, recordamos que junto a la caldera se suministra un libro de mantenimiento, que ha de ser rellenado por el servicio técnico correspondiente con las operaciones realizadas según los plazos establecidos en el mismo. La garantía, entre otros condicionantes, se conserva si el
mantenimiento se efectúa siguiendo las indicaciones suministradas con la caldera.
Dada la novedad de la combinación biomasa + condensación, hemos de ir a Reino Unido para encontrar una directriz local, MCS008 (en su edición 2.2), dedicada al respecto. En ella, considera que el condensado es lo suficientemente inocuo para no tratarlo en su descarga, siempre y cuando
el combustible sea pellet de calidad ENPlusA1 o equivalente.